Una tarde de Abril, pues comenzaba la primera clase en tercer año de Periodismo y pensaba como organizar, administrar las materias en mi cuaderno de apuntes diarios de clases, la idea constante que ronda mi cabeza es “me encuentro en tercero!!!”, casi la mitad de esta grandiosa carrera que hemos emprendido, para algunos una de las tantas metas que nos trazamos.
Cuando empezamos el pre- universitario miramos con recelo, ganas, desesperación, ambición, de estar ahí, justo donde están nuestros compañeros de facultad de años superiores, ya en primer año constantemente observamos a los de segundo año casi igual que nosotros en ínfimas condiciones, mientras que, a los de tercer y cuarto año están por nuestra parte en una perspectiva superior y la ansiedad por llegar a ese nivel de preparación es evidente.
Tomemos como ejemplo de comparación a un Alpinista en su reto de superar una travesía y lograr escalar una altísima montaña para conquistar su gloria y tratar de topar el cielo con sus manos desde su pensamiento subjetivo, emprendiendo su rumbo hacia su meta supera, con esfuerzo sin mirar atrás, muchos obstáculos naturales peligrosos y cansado, llega más de la mitad de aquella montaña, se detiene, confirma con su carta geográfica su posición regresando a contemplar lo logrado, el cansancio lo acusa, sin embargo, su meta esta cerca y su decisión después de haber escalado tanto es luchar ya no solo con obstáculos naturales, sino, con su propio cansancio cargado de coraje para alcanzar su cometido.
Es exactamente en esa posición donde podremos observar ese mismo patrón. Tercer año es la mitad y un poco mas de nuestra travesía para lograr la incorporación como licenciados en Periodismo, es donde nos interrumpimos a pensar lo que hemos superado, no solo en la universidad, también en nuestros hogares, nuestros trabajos, nuestras amistades y compromisos que muchas de las veces no nos ponen problemas, sino, pruebas qué superar con decisión y actitud y que hasta este momento nos permite mantenernos en la lucha.
Esto puede pasar en cualquier proyecto que tengamos, se observa difícil dar el primer paso, pero cuando lo dimos y nos paramos analizar nuestra situación, veremos lo raudo que es la vida. Contemplamos atrás a nuestros compañeros de los cursos inferiores y nos regresa a la mente experiencias que solo en un aula de clases podemos encontrar y repetimos otra vez más esta frase tan trillada: El tiempo transcurre rápido.
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